HISTORIA DE VIH
Los inicios del virus VIH datan
de los años 80, cuando se detectan varios casos de neumonía y sarcoma de
Kaposi, una variante de cáncer de piel. El hecho de que estos casos en su
mayoría tuvieran lugar en pacientes homosexuales, con otras patologías
crónicas, dio pie a una investigación más exhaustiva que concluyó con una
carencia similar en todos ellos, de un tipo de células sanguíneas.
Estos antecedentes de la
enfermedad, a través de infecciones alternativas, nos hacen ver la capacidad del
VIH para destruir los sistemas inmunológicos de los infectados, con el
consiguiente desarrollo de infecciones de distinto índole, llegando hasta a
hacerse crónicas.
Posteriormente, la enfermedad
empieza a conocerse como “La Peste Rosa” asociando la aparición de manchas
rosas en la piel con la tendencia homosexual de la mayoría de estos primeros
casos.
De forma errónea, se extendió
esta idea, aunque ya había constancia de otros afectados que también padecían
la enfermedad como inmigrantes, receptores de transfusiones sanguíneas,
personas que se inyectaban droga y mujeres heterosexuales.
Es en 1984 cuando empiezan a
considerar la enfermedad como epidemia, basándose en el estudio realizado a un
grupo de personas contagiadas, que habían tenido parejas en común, extrayendo
así patrones que lo demostraban.
Otras teorías menos científicas,
llegaron a negar que el SIDA proviniese de la infección del VIH y asociaban la
enfermedad con el abuso de drogas de la época, como el popper, así como la gran
actividad sexual con distintas personas.
El virus ya se bautiza entonces
como Acquired Immune Deficiency Syndrome (AIDS).
En este mismo año, fruto de
aislar el virus del sida y realizar posteriores estudios, dos científicos
franceses lograron desarrollar un anticuerpo que identificaba a los infectados
entre los grupos de riesgo. No estuvo este descubrimiento exento de polémica,
al anticiparse a estos resultados un
científico estadounidense, valiéndose de la investigación inicial llevada a
cabo por los franceses y haciendo observaciones por su cuenta. La polémica se
zanjaría en 2008, reconociendo el descubrimiento del virus con el Premio Nobel, a los dos científicos
francés junto con otro investigador.
La segunda mitad de la década
transcurrió con el aislamiento social hacia los infectados incluso por parte de
sus familiares y amigos,
fundamentalmente por el miedo a contraer el virus y fruto del desconocimiento
de las formas de contagio, entre otros motivos. Se dieron casos de niños
infectados que no encontraban colegio al que asistir porque los padres del
resto de niños se negaban a que sus hijos compartieran aula con ellos, por ese
terror que transmitía la palabra VIH, por esa falsa creencia de que cualquier
contacto significaría el lastre de esa terrible enfermedad.
Una de las consecuencias de
concentrar la atención en la comunidad homosexual, fue la propagación sin
control de la enfermedad entre heterosexuales, más en concreto en zonas más
desprotegidas como África, Asia o Europa Oriental.
Actualmente los tratamientos
antirretrovirales, contribuyen a que se pueda convivir de forma normal con la
enfermedad, como si de una enfermedad crónica se tratara, pero sin embargo,
estos tratamientos solo están disponibles, en su mayoría, en países
desarrollados. De aquí la importancia de que países en desarrollo y
subdesarrollados, puedan tener un mayor acceso a los tratamientos y evitar que
desarrollen las infecciones asociadas a las que, sin el tratamiento,
lamentablemente siguen siendo inmunes.
Los investigadores pidieron que se siga financiando la búsqueda de una
cura, aunque las investigaciones no muestren resultados inmediatos.
En la conferencia global sobre el
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida), que se lleva a cabo en Canadá
desde el 19 de julio hasta este miércoles 22 en Canadá, Científicos y expertos
en el Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), dieron a conocer los avances
de las nuevas investigaciones para hallar la cura a estas enfermedades,
catalogaron la búsqueda de "esperanzadora".
Más de 6 mil expertos se dieron
cita en la conferencia internacional, donde informaron los progresos en
terapias genéticas y en el uso de anticuerpos para neutralizar el VIH.
De igual manera, destacaron los
casos de algunas personas infectadas que son capaces de mantenerse en remisión
sin medicación después de tratamientos y una hipótesis de que las vacunas -aún
por inventar- podrían ser usadas para "chocar y matar" el virus en
los infectados.
Desarrollan vacuna que genera anticuerpos contra VIH en ratones
El premio Nobel y expresidente de
la conferencia global, Francoise Barre-Sinoussi, quien también es representante
del Instituto Pasteur de Francia, señaló que "El conocimiento sobre el
virus, su evolución y la respuesta del cuerpo al VIH está ayudando a limitar y
centrar el enfoque sobre la cura".
Conoce la diferencia:
VIH: La OMS señala que el virus
de inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y debilita su
función, lo que provoca un deterioro progresivo y el organismo no puede luchar
contra infecciones o enfermedades.
SIDA: El síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA) ocurre en los estados más avanzados del VIH.
Es la manifestación de las enfermedades oportunistas o de cánceres relacionados
con la infección. Hasta ahora no hay una cura para la enfermedad.
La "vacuna" contra el
sida podría ser administrada a partir del próximo año, afirmó el director
ejecutivo de Onusida, Michel Sidibé, en una entrevista en la que dibujó un
horizonte optimista donde este mal dejaría de ser una preocupación de salud
pública a nivel mundial.
"Creo que la inyección podrá
empezar a ser administrada a partir del próximo año porque el descubrimiento ya
está hecho", destacó durante una visita a Santiago de Chile enmarcada en
la primera misión del directivo al Cono Sur de América Latina.
El objetivo de la nueva vacuna,
que ya se está ensayando en pacientes de distintas partes del mundo, es
conseguir lo que los médicos denominan como la "curación funcional",
es decir lograr que los enfermos puedan dejar el tratamiento retroviral diario,
que su sistema inmunológico esté intacto y que la carga viral se normalice.
"Hace unos años una persona
que tenía VIH debía tomarse 18 pastillas diarias, hoy solo debe tomarse una y
mañana puede que con una inyección cada seis meses le baste", destacó el
director ejecutivo.
Sidibé está convencido de que los
avances científicos en esta materia van a permitir transformar la lucha contra
el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Para Sidibé, una de las grandes
victorias del combate contra el VIH ha sido lograr controlar la epidemia y
reducir drásticamente el número de nuevos contagios, motivo por el cual augura
que, aunque el virus no desaparecerá nunca, dentro de poco tiempo "dejará
de ser un tema que centre la preocupación sanitaria de los gobiernos".
"Hemos hecho unos avances
inimaginables", declaró el representante, quien se mostró orgulloso de que
el mundo haya logrado romper con la conspiración del silencio y aplacar la
trayectoria del virus.
"La gente antes se moría,
los hospitales estaban llenos de enfermos con sida y hoy podemos decir
orgullosos que vivimos un contexto completamente distinto", manifestó el
especialista.
La situación del sida en
Latinoamérica
América Latina y el Caribe, la
única región del planeta que ha consensuado un conjunto de metas regionales de
tratamiento y prevención del VIH para poner fin al sida como amenaza de salud
pública para el 2030, está avanzando "a pasos agigantados" para
lograr esta meta.
Además de impulsar el compromiso
hacia la sostenibilidad de las acciones necesarias para este fin, en una región
que cuenta con 1,7 millones de personas con el VIH.
Entre 2000 y 2014 las nuevas
infecciones del virus en la región disminuyeron un 17% y el número de muertes
relacionadas con la enfermedad cayó un 29%.
Los avances en la cobertura
también han sido notables, pues actualmente el 47% de los adultos
latinoamericanos y el 54% de los niños de menos de 14 años infectados por el
VIH reciben tratamiento farmacológico.
Ello es fruto, según Sidibé, de
la puesta en práctica de la llamada "responsabilidad compartida" de
los países de la región, que consiste en implementar mecanismos de financiación
innovadores que incluyen al sector privado y el establecimiento de obligaciones
mutuas entre los distintos países en materia de responsabilidad.
No obstante, para el
representante, a nivel mundial aún quedan muchos desafíos pendientes en la
materia, entre los que destaca la persistencia del estigma social hacia los
infectados por el VIH y la lucha contra la complacencia entre los jóvenes.
Para Sidibé, la falsa seguridad
frente al sida puede ser uno de los peores enemigos que tenga que enfrentar la
enfermedad en los próximos años, un rival que solo podrá ser derrotado con una
inversión firme y sostenida en el tiempo, en programas preventivos, acceso
universal al tratamiento, atención sanitaria y apoyo a los contagiados.
"El sida no va a terminar
hasta que no logremos construir sociedades inclusivas donde haya menos riesgos,
pues no se trata solamente de combatir una enfermedad, se trata de cambiar la
sociedad y de respetar la dignidad de las personas", sentenció.